Texto: José Augusto Arincón
Fotos Cortesía de Z! Live
Llegamos a la segunda jornada un poquito cansados tras lo épico del primer día. Por la mañana hubo conciertos callejeros que obviamos para poder aguantar el plato fuerte. Este segundo día planteaba mucha banda nacional, lo cual es muy de agradecer. El clima despertaba incluso mas cálido que el Jueves. Todo estaba listo para disfrutar de otra maravillosa jornada de metal en la acogedora Zamora.
Salduie
Sobre las 16h subieron al escenario con poquito público pero muy animado. Folk metal desde Zaragoza (Salduie era el nombre de la ciudad Ibera que precedió a la actual). Voz limpia y voz gutural, con sendos cantantes que le dan un punto original a un estilo muy de gusto europeo con sus flautas y sus gaitas. Con letras de corte histórico, los Salduie animaron mucho al publico, pidiéndonos hacer cicle pit “como buitres”. Buen entrante.
Injector
Trash sin concesiones. Muy buen sonido nos dejó esta banda cartagenera. De las pocas que enseñaron amplis a válvula y no se dejaron seducir por las mieles de los emuladores digitales. Se esta formando una escuela de thrash curiosa en el sureste, la verdad. Como siempre, llegamos demorados un porrón de años, pero nunca esta tarde si la dicha es buena. Todo actitud, sobre todo el bajista “Mafi” que no paró de recorrerse el escenario compensando lo estático de las dos guitarras. “Path of the Wrathgod” es un temazo.
La gente se quejaba del calor, pero estamos vacunados de eso en el sur.
Morphium
Cambio de tercio a las afinaciones mas graves y tonos mas modernos (pese a su veteranía) de los gerundenses Morphium. A los que gustamos de los riffs pesados nos convence su propuesta, y les acompañan unos aires industriales y góticos que les aportan un toque distinto. Seguramente habrían lucido mas por la noche, pero llegaron en el momento justo para un público entregadísimo. El sonido acompañó.
Nos sentimos unos verdaderos “hijos de puta”, eso si. Mas de uno me entenderá.
Noctem
Turno para el black metal valenciano de Noctem. Empezaron con mal pié, problemas técnicos varios, la voz no se escuchaba… Solventado todo (los dos primeros temas) no resultó en el mejor sonido del festival, pero sus fans pudieron disfrutarles. Beleth, el cantante es quien se lleva casi toda la atención. Mucha parafernalia (va con el estilo) y desgraciadamente no pudimos discernir si mucha música.
Angelus Apatrida
Venían los Angelus con el run-run de la polémica tras un vídeo viral justificando tocar en el Resurrection Fest, a tenor del dilema ético que provoca la entrada del fondo sionista KKR en dicho festival. Ellos lo han justificado a su manera y nos reservamos la opinión. Visto lo visto, no parece que vaya a hacer mella en su carrera.
Por supuesto, los albaceteños musicalmente son un cañón (aunque reconozco que no soy muy de la voz de Guillermo). Se dejaron en el tintero varios temas del nuevo disco, en pro de un set list mas “bibliográfico”, marca de la casa. El público los adora y se dejan querer. Contaron con el pico de asistencia (el segundo día casi 10k). Sólo nos desvió un poco la atención el montaje paralelo del Copper Stage que era difícil de obviar. ¿Un pato de goma gigante?
Alestorm
Efectivamente, y no venía solo. Eran tres gigantes anátidos color limón contrastando con los tintes verdes de la banda escocesa. ¡Llegaba la tormenta cervecera!
Volvíamos al folk metal pero con un trasfondo bastante menos serio y mas fiestero.
¿Se puede hacer buena música siendo un poco mamarracho? Pues si. Y sonar bien. A estas alturas el alcohol de los de arriba no superaba al de los de abajo, dejando el público entregado y disfrutón. Como debe ser. Cayeron de pié.
Accept
Llegaba el turno del plato fuerte de la jornada. Los alemanes Accept, los cabezas de cartel. Tenía yo un añito cuando empezaron a caminar como banda. Historia viva del Heavy Metal pero sin su fundador Udo y con Wolf Hoffmann a la guitarra como único superviviente de la formación original. Empezaron con temas recientes y poco a poco íbamos descendiendo a los albores del tiempo. Escuchar himnos como Balls to the Wall o I’m a Rebel, todos coreando extasiados… seguramente fué el momento álgido de la jornada. Bises y solo de batería incluido. Un espectáculo completo y a la altura del mito. Memorable.
Saurom
Los paisanos son una de las bandas mas en forma de nuestra geografía, firmando muchísimas fechas aquí y en el extranjero. Los tendremos dentro de poquito en el Condado Rock de Huelva. Mucho llevan andado y, gusten mas o menos, nadie les puede quitar que se lo han currado a base de bien. Respeto, mucho respeto a los de Narci.
El sonido no fué el mejor, y el público había decaído ligeramente. Migue (cómo recordé aquellos Renno de Dos Hermanas...) agradecía una y otra vez a los valientes que quedábamos en pié. Nos dieron un buen concierto, nos animaron con su juglar metal, presentaron su nuevo album “El Principito”, y así recargamos un poquito para el tirón final.
Lujuria
Terminábamos en el Silver Stage con la formación segoviana Lujuria, el cierre a la jornada. Óscar Sancho, cantante y a la sazón activista, nos regaló montones de mini-discursos entre el popurrí de temas de toda su carrera. Lo apreciamos mucho pero a esas horas teníamos las neuronas algo adormecidas (excúsanos por eso, Oscar). A las 3 de la madrugada terminó este segundo día, cargadito de bandas españolas. Gran día.
A dormir y a recuperarse para el colofón.