ICÓNICA SANTALUCIA SEVILLA FEST, Plaza de España, 20/6/25, REINCIDENTES/ LA RAÍZ/ O´FUNKILLO.
Bajo el aplastante peso del inhumano calor que vivimos ya casi a diario y con media hora de antelación respecto al horario previsto inicialmente (21:30) -cosa que no creo les hiciera ni puta gracia a los primeros en saltar al enorme escenario- teníamos a REINCIDENTES abriendo fuego con “Yavéh” denunciando desde el minuto uno la agresión criminal del gobierno Israelí sobre el pueblo palestino, enlazada con “Una noche” y la muy coreada “Grana y oro” (“…la tortura se convierte en tradición…y nadie se molesta…”) que sonó gloriosa en la ciudad de la tauromaquia por antonomasia. Se palpaba en el ambiente -en sus fans veteranos, entre los que me incluyo, y en los propios músicos- las altas dosis de emoción al constatar que un grupo de chavales sevillanos de barrio, en activo desde finales de los 80, repartiendo punk rock casi todos los fines de semana desde hace más de 35 años, al fin pudieron ser profetas en su tierra dada la grandeza del entorno y de su trayectoria discográfica, opino que debieron ser los últimos en tocar.
Y es que creo que están mejor que nunca: Fernando Madina al bajo y cantando feliz y sonriente, Manuel Pizarro sobrio y seguro tras sus tambores -bajo los cuales lucía una bandera palestina- y esas guitarras, oleeeee, con el Barea al mando absolutamente inspirado en sus breves solos, acompañado por Javi Chispes (último en llegar a esta formación) cuya presencia y ritmos han encajado como un guante, por cierto la labor de Nacho como técnico de sonido impecable.
De su más reciente álbum “Peligro” (disco número 22 que se dice pronto) cayeron algunas piezas como el single “Rebelión” precedidas de “Aprendiendo a luchar” y “La republicana” que pusieron al monumento de Aníbal González patas arriba. Otro momentazo digno de ser recordado fue la incorporación de Albertucho (portando camiseta de Leño) para cantar “Los hijos de la calle” con el logo de fondo de “Un perro andaluz”, así como ese trallazo de canción que es “El huracán eres tú” y la revisión que hizo Chispes de una composición de Bob Marley para su antigua banda Maniática, cantada por él mismo y rebautizada como “Eres libre”.
Nos recordaron la visita del Papa (…”menos mal que vino el Papa a quitarnos la resaca del 92 en el nombre de Dios…”) y “La Cucaracha” con Fernando después bromeando: “esta es una canción nueva que vamos a estrenar hoy” al presentar uno de sus himnos imperecederos como “Vicio”.
Los momentos de celebración y euforia colectiva ya no pararon: “Ay Dolores” con Barea brillante en la ejecución nos condujo luego a la militancia y orgullo rojo (“en la plaza de mi pueblo dijo el jornalero al amo, nuestros hijos nacerán con el puño levantado”) aquí más de uno y más de dos soltaron alguna lagrimilla. El himno andaluz y para rematar la inmortal “Jartos de aguantar” como perfecto colofón a un set harto reducido -en contraste con su inmenso cancionero- forzado por las circunstancias a limitarlo a una hora justa. Magnífico concierto en el que eché de menos alguna mención a la memoria del amigo Selu -saxofonista de la primera etapa-.
Me molestó sobremanera el subidón en el volumen de sonido que notamos nada más iniciarse (22:30 horas) la actuación de LA RAÍZ, serán las cosas del jodido mainstream, debo reconocer que ignoraba la trascendencia de esta multitudinaria formación del municipio valenciano de Gandía y que resultó un hecho que la mayoría de los 10.000 asistentes -para mi sorpresa- venían a verlos a ellos dado el alto conocimiento que tenían de sus letras.
Conté hasta 10 músicos, incluyendo 3 vocalistas más dos voces femeninas para coros, 2 guitarras y el sello distintivo del sonido de un trombón y una trompeta para una fórmula que conjuga con acierto y comercialidad ritmos reggae con rap, ska, hip hop y textos combativos y proclives a la poesía con importante carga de sensibilidad.
Show muy dinámico, alegre y disfrutón con algunas gotitas de hard rock que mezclaban bien con los scratches y el rap de barrio. Los instantes más emotivos los protagonizó su antaño compositor y vocalista principal (Pablo Sánchez) aquejado de un problema grave de salud –“…que la vida es un cigarro que no se debe apagar…”- pero que participa como invitado en esta gira de reaparición tras 6 años de inactividad.
Pensamientos republicanos cuando nos recordaron que los componentes de “…la Brigada Lincoln gritan no pasarán con acento americano…”, al igual que “aunque quemen libros” reconociendo que Reincidentes fueron fuente de su inspiración, “de mi Dulcinea” (retrato de nuestro país) más “Ni Dios que os aguante” y “Radio clandestina”. Versos de un padre musicados por un hermano. Defensa de los servicios públicos educativos y de salud, “esta noche me quedo a dormir en el camarote de tu yate…”, así como reivindicación de la rabia contra la especulación inmobiliaria e incluso un guiño a los trabajadores del metal gaditanos en estas jornadas de huelga, “…somos cizallas contra el candado…somos los empujones a la alambrada”. Para un festival tan pijo -en el que puede que en las zonas privilegiadas repartan ostras y jamón del caro- este tipo de mensajes no están nada mal, más bien resultan cojonudos y molones. Guapo bolo de una hora y cuarenta minutos.
Como fin de fiesta nos quedaba por disfrutar del siempre incendiario directo de otra banda sevillana muy apreciada, O´FUNKILLO inmersos en la gira de celebración de su 25 aniversario que les llevará a cruzar el charco por primera vez para visitar América y EEUU. Para empezar la primera en toa la frente: “…tengo los riñones al jerez…” jajaj no ni ná, ese funkie andalú embrutessío en toda su esencia, qué maravilla io. Un gustazo ver a ese pedazo de frontman que es Andreas Lutz disfrutando en su salsa, jaleando constantemente a sus compañeros y a uno de los mejores bajistas que puedas ver (Don José Manuel Bao Pérez, el legendario Pepe Bao) completándose la actual formación con 2 teclistas (Óscar y Moi) 2 chicas a los coros (una malagueña y una jerezana) la batería saltarina y contundente de Chacho Martín -hijo del gran locutor Toño Martín- y la experimentada guitarra de un mercenario muy curtido como el asturiano Rafa Kas.
Demostraron que las canciones más recientes como “El Tato Bootsy” no desmerecen respecto a las clásicas de las cuales, verbigracia, “En el campito” tuvo un batera jovencito de San Juan como invitado al igual que para “Nos vamos pal keli” cantada por el adolescente Ángelo Lutz a medias con su orgulloso padre.
Con la peña enardecida “…a jierro, a saco…” anunciaron “una del tercer disco” que resultó ser “Mari Jane” un reggae tela de chulo por tangos, seguida de la aclamada “Fiesta, siesta” que nos sumergió en el “planeta asseituna” con una bajista invitada (África) que hizo encaje de bolillos con Pepe, a todo esto el respetable sin parar de botar.
El maestro Bao se exhibió haciendo malabares tocando con ¡ juraría que era una cucharilla ¡, hubo unos arreglos enriquecedores de piano jazz que desembocaron en el desparrame y desenfreno funk-metal de “Esos cuennos” a modo de epílogo sudoroso y bailón -de un set de 65 minutos- en el que amagaron con “The ace of spades” de Motorhead, dejando al público sonriente y feliz.
Texto y fotos de los grupos sevillanos: Eduardo “Powerage” Pineda.