14 de Junio de 2025, Sábado, Tercer Día del Z! Live 2025
Texto: José Augusto Arincón
Fotos: Cortesía de Z! Live Festival
Llegamos a la tercera y última jornada de este maravilloso festival. El clima sin variaciones. Los ánimos algo caídos por tanto trajín. Unas vitaminas y... ¡al toro!
Opensight
La última jornada del festival, comenzó a las 16:15 con los británicos progresivos Opensight en el escenario Silver Stage, otra vez ante escaso público. Actuación corta, de 45 minutos con un sonido entre regular y decente. Su vocalista Ivan David no debía de oirse bien y se le iba el tono a ratos (pasaba tambien en algunos solos de guitarra). La maldición del in-ear. Con su habitual indumentaria de traje y corbata con camisas rojas, resultaron cuanto menos pintorescos. Daban picores de verles con el traje, hay que decirlo, pero a ellos no le afectaba lo mas mínimo ni torció su sonrisa.
Ankhara
Momento para retrotraernos al power noventero de Ankhara. Pese al cambio de escenario el sonido no mejoró. Empeoró, incluso. Las guitarras y el bajo desaparecidas, los coros desafinados. Pacho muy dinámico, animando. Ya no tiene la voz de antaño, pero no le falta voluntad y lo defiende bien. El respetable se sabía los temas (en español, por supuesto) y eso ayuda, pero no había mucha gente aun, lo que deslució la actuación.
Hasta Alberto partió una cuerda, parecía que les hubiese mirado un tuerto.
Dynazty
Sobre las seis de la tarde le tocó el turno a los suecos Dynazty, con su power metal melódico (yo los veo mas hard rock melódico, a saber...).
Nilos Molin gustó mucho, y eso que tuve la sensación de que empujaba demasiado la voz y se podía terminar haciendo daño en las cuerdas. ¿Podría ser algún problema con los envíos de monitoreo? Quien sabe.
Presentaron su nuevo disco “Game of Faces”. No inventan nada pero lo hacen muy, muy bien.
Rhapsody of Fire
Los Rhapsody Of Fire, llegaron con mucho apoyo de secuencias grabadas que apantallan algo la calidad de los músicos, que la tienen. Da para debate. Personalmente creo que en su justa medida es una mejora, pero pasarse puede desatar un infierno y dar impresión de “poca frescura”. El vocalista Giacomo Voli defiende muy bien la herencia de sus antecesores en el cargo. Turilli se echa de menos, la verdad.
“Chains Of Destiny”, “Dawn of Victory” y “Emerald Sword”. Qué tiempos aquellos...
Gotthard
Silver Stage sobre las 20:30, los hard rockeros suizos Gotthard no defraudaron. Es una banda ya muy asentada que hace de su simpleza su virtud. Simpleza con mimbres de calidad. El sonido mejoró considerablemente, a banda pura y dura. No hay mejor tributo a la memoria de Steve Lee.
Gozamos con esos himnos ya inmortales. De lo mejor de la jornada.
Lita Ford
Con Lita Ford sufrí un cierto bajón anímico. No sonó mal (algún desastre técnico, voz que no se escuchaba en el primer tema...), pero no me aportó mucho y me sentí desconectado bastante rato incluso con las versiones que se marcaron. “The Bitch Is Back” de Elton John o “Black Leather” de Sex Pistols. Seguramente fué por el cansancio. Aprovechamos para cenar algo. Lita me pareció en buen estado de forma, eso si. ¡Qué mérito tiene la señora!
Sepultura
Agua de Mayo los brasileños. En plena gira de despedida y única fecha en España. Puntaco para el Z!
Desde el principio aquello fué un derroche de potencia y agresividad. Esperable, pero en un día que venía siendo tranquilote nos despertó de golpe a todos. Derrick Green estuvo imponente a las voces. Y el nuevo batería Greyson Nekrutman, que mira que tenía complicado sustituir a un monstruo como es Eloy Casagrande…
Cada himno tuvo su coro en el público, entregado, hasta finalizar con esa obra maestra que es “Roots Bloody Roots”. Lo mejor del día con diferencia.
Dark Funeral
Faltaba el black metal y llegaron los Dark Funeral, con una considerable bajada de público (poquito aguante tiene la gente) pero no de calidad musical (si de volumen en PA). Correctos como siempre, sirvieron como un punto de descanso mental, con un juego de luces relativamente simple pero efectivo.
Nanowar of Steel
Se acababa el Z! y los que aguantamos esperábamos algo muy sencillo de los italianos Nanowar Of Steel: reírnos un poquito. Y eso que como banda son correctos y tocan sus solos sin chapurrearlos ni nada. Hasta nos hicieron una conga para animarnos. Era difícil, las fuerzas estaban justitas. No se hizo largo, lo cual dice mucho del empeño que pusieron.
Así se acabó el décimo aniversario del festival Zamorano. Una delicia en muchos sentidos que nos deja una certeza: repetiremos. De las mejores experiencias que he tenido en años. ¡Chapeau!