Ayer 31 de octubre Sevilla Metal estaba de cumpleaños y… ¿Qué mejor forma de celebrarlo que en un concierto? Y siendo la noche de Halloween… ¿Qué mejor concierto que el de Saurom?
La noche comenzó con el cartel de “Entradas agotadas” dejándose palpar, con una cola de entrada que llegaba más allá de donde la vista alcanzaba y que hizo que la fiesta tardase un poco más en comenzar.
Cerca de las diez, una sala abarrotada se vino arriba con los primeros acordes de El Pájaro Fantasma. No hizo falta calentamiento previo, la sala se volcó con ellos desde el primer segundo, coreando voz en grito el tema que da nombre al último trabajo de la formación. Las voces de Miguel Ángel Franco y Elizabeth Amoedo resonaron espectaculares sobre el trabajo instrumental del resto de la banda, que como nos tienen acostumbrados, estuvo cuadrado al milímetro.
Tras la gran introducción, continuaron con Amanecer, seguido de La Hija de las Estrellas en el que la característica pirotecnia de Saurom hizo acto de presencia. Ambos temas están también entre los favoritos del respetable y fue palpable cuando la sala elevó su voz al unísono para cantarlas sin dejarse una coma.
No seré yo era uno de los temas más esperados de la noche y no se hizo esperar demasiado para alegría de muchos, entre los que me incluyo. Pudimos ver a Israel Ramos y Ramón Lage unir sus voces a la de Migue en este potente tema, que como no podía ser de otra manera, fue cantado por el público voz en grito. De nuevo un trabajo instrumental destacable y una pegada de Antonio Ruíz que hacía imposible quedarse quieto.
En general es difícil, por no decir imposible, quedarse quieto en un concierto de Saurom y, si alguien aun lo estaba a esas alturas, Músico de calle puso remedio a eso de seguro, pues la sala se iba a venir abajo con la multitud saltando al ritmo de la melodía. En este tema Narci Lara hizo gala de su sobradamente conocida polivalencia, tocando varios instrumentos, entre los que estaban el violín y una flauta travesera que sonó absolutamente brutal.
Tras unas palabras de Migue, cargadas de su característica simpatía, hablando de lo feliz que le hacía tocar en casa, llegó el turno de El queso rodante, en la que los presentes volvieron a entregarse al máximo cantando y saltando, encabezados por Jose Antonio Gallardo que como es bien sabido, no para de moverse y saltar con su bajo en el escenario, contagiando de buena energía a todo aquel que lo ve. Narci volvía a hacer gala de su habilidad musical tocando desde la pandereta hasta la flauta travesera y Santi Carrasco hizo lo propio tocando el acordeón. El tema terminó entre los vítores del público y sin darnos tregua, comenzaron con La batalla con los cueros de vino, un temazo de su trabajo Juglar metal en el que de nuevo nos dejamos la garganta junto a ellos haciendo temblar la sala.
Para la siguiente canción, La leyenda de Gambrinus, pudimos volver a ver a un Isra Ramos magnifico cantando junto a Migue y nuevamente se dejaron ver la flauta travesera y el acordeón. La sala despedía a Isra coreando su nombre al finalizar el tema y Migue, en un emotivo momento, le decía que volviera a la música, petición con la que todos estamos de acuerdo. Pues esa voz no debe estar en silencio.
De nuevo Jose levantó a la sala al son de los primeros acordes de Nostradamus, en la que le tocó el turno al cuarto invitado, Agustín Reseco, de intervenir con su voz en el concierto aportando unos buenos guturales a un tema ya de por sí potente, repleto de buenos riffs de guitarra de la mano de Raúl Rueda y Narci, que en esta ocasión se puso tras las 6 cuerdas. Pudimos ver también a Santi tocar el whistle y sentir la voz de Migue elevarse libre y bien colocada.
Salta fue el siguiente tema elegido y con el que siguió la fiesta entre el público, dejando paso a una soberbia Mejor sin ti, en la que Migue se colgó la guitarra acústica, Narci volvió a la flauta y Antonio nos deleitó con su manejo de la batería. Se notó que la sala los adoraba, el público no podía estar más volcado con ellos.
Memorias de un Héroe, que fue la siguiente, para mí no necesita presentación, es uno de mis temas favoritos y lo tocaron a la perfección. Pudimos ver a Narci apoyando con sus coros la voz de Migue y la cantamos todos hasta exprimir nuestros pulmones para, seguidamente, introducirnos de lleno en una canción preciosa e inspiradora donde las haya: Soñando contigo. Una canción que nos recuerda que los sueños son alcanzables y lo hace a través de una dulce niña que casi puede rozar la luna, porque para un niño nada es imposible aunque al crecer nos olvidemos de esa visión, ellos nos animan a mirar un poco más en esa dirección. Es una canción preciosa que estuvo aderezada por un espectacular solo de flauta de Narci.
Cuando nadie nos ve fue otra de las favoritas de la noche, dejándose notar en las voces de los presentes que casi podían sobresalir sobre la de Migue de la fuerza con la que fue cantada y en la misma tónica siguió la cosa con El monte de las ánimas, tema de su trabajo Once Romances, con Narci a la guitarra y una batería sobresaliente, de nuevo la sala ardió con ellos, dejándonos uno de tantos momentos que tuvo la noche grabados en la retina cuando, a la vez que la letra habla de la banda de color azul, los focos que los iluminaron eran todos de color azul. Espectacular.
La sala siguió saltando al ritmo de Música y tras ella bajamos el ritmo con una preciosa Romance de la luna, luna en la que volvió a subir al escenario Elizabeth para regalarnos, junto a Migue uno de los momentos más bonitos y delicados de la noche. Puedo decir que esta canción me puso los pelos de punta.
Continuaron con La llorona, La Musa y el Espíritu en la que el dúo Migue – Elizabeth volvieron a hacer las delicias de los asistentes y que dio paso a otro de los puntos fuertes (si es que alguno no lo era…)o El Lazarillo de Tormes, tema que los seguidores de Saurom adoran y cantaron en consecuencia.
Se acerca el invierno fue probablemente la elección que más me sorprendió de la noche, pues no me la esperaba. La forma en la que Migue entra en dos de las estrofas de esta canción siempre me ha recordado a tiempos pasados, a hace muchos años, a tiempos antes de Saurom con su antigua banda y para mi esa fracción de segundo en la que rompe al entrar siempre ha sido muy especial, por lo que tengo que decir que me encantó que la tocaran.
Entrabamos en la recta final del concierto cuando sonó El Carnaval del diablo, en la que ni que decir tiene, el público volvió a venirse arriba y ya para no parar en ningún momento con tremendo fin de fiesta, pues seguidamente enlazaron con El circulo juglar o Fuego en la que el público respondía a las frases que cantaban ellos, un final in crescendo en el que nadie podía parar.
Ya dadas las doce de la noche sonó la que no podía faltar: La noche de Halloween y terminaron con la aclamada La Taberna en la que la sala enloqueció mientras grandes globos de colores volaban sobre el público que entre salto y salto los golpeaba para moverlos. En el escenario estaban todos los invitados de la noche cantando con ellos, poniendo así el broche final a la actuación y despidiendo la noche por todo lo alto, como ellos saben hacer muy bien.
La puesta en escena en general fue muy buena, cada tema estuvo acompañado de videos y animaciones acorde a cada uno de ellos, creando así un ambiente distinto en cada canción, acentuado esto último con un trabajo de luces brillante.
Saurom son ya unos veteranos con muchos años de experiencia a sus espaldas y eso se deja notar sobre el escenario. Son grandes músicos, tienen grandes letras y composiciones y un directo absolutamente arrebatador. ¡Qué gran concierto pudimos vivir anoche! Saurom nunca defrauda. Me uno al resto de vuestro público y os doy las gracias por compartir vuestro arte y energía con nosotros.
Crónica: Laura Akasha.
Fotos: Daniela Escudero & Daniby
Video: Daniby