Satisfaxion celebró su 30+2 aniversario con un regreso por todo lo alto: The Prodigy se subia por primera vez en al escenario del Marenostrum Fuengirola, en una velada que desbordó música, nostalgia y una rotunda declaración de resistencia cultural. No fue un simple concierto; fue una celebración colectiva con sello británico y alma electrónica.

Las puertas del recinto se abrieron puntualmente a las 19:00, con el sol aún golpeando con fuerza sobre la playa. El encargado de romper el hielo fue DJ Wally, que desplegó una sesión de electro old-school y breakbeat, rescatando los orígenes del género con elegancia y energía. A pesar de que el público era aún escaso a esa hora, supo encender la mecha con una propuesta cuidada y nostálgica, digna de abrir una noche que prometía ser histórica.

Poco después, el cartel dio paso a uno de sus platos fuertes: Hybrid Minds. El dúo británico, con Josh White al frente, ofreció un set cargado de intensidad emocional y técnica impecable. Sonaron clásicos como Castles, Let Me Hold You (junto a Netsky) o Heroin, culminando en un momento de absoluta conexión con el público cuando comenzaron los acordes de Touch. Lágrimas, saltos y abrazos convirtieron ese instante en uno de los más emotivos de la jornada.

Con el atardecer sobre el horizonte, DJ Jaguar Skills tomó el relevo. Su sesión fue una mezcla explosiva de rap clásico, drum & bass, y pinceladas de rock y metal, que conquistaron a un público tan diverso como entusiasta. Y es que un concierto de The Prodigy es, más que nunca, un punto de encuentro para múltiples tribus urbanas. Jaguar Skills supo leer ese crisol de gustos con una propuesta visual y sonora vibrante, convirtiéndose en el telonero perfecto antes del plato principal.

Pasadas las 22:30, con el recinto absolutamente abarrotado, llegó el turno de los protagonistas. Antes, sin embargo, cabe mencionar que la organización se vio superada por la afluencia de público: largas colas en baños y barras, y cierto descontento entre los asistentes por el acceso a las gradas. La ola de calor que azotaba esa noche en la Costa del Sol tampoco ayudó.

Aun así, cuando las luces se apagaron y los primeras lineas de Voodoo People estallaron sobre el escenario, todo lo demás quedó atrás. The Prodigy apareció con una puesta en escena hipnótica, luces frenéticas y un sonido demoledor. La audiencia, completamente entregada, respondió con saltos, gritos y una energía desbordante.

Le siguieron himnos como Omen y Light Up the Sky, que mantuvieron la intensidad en lo más alto. Pero el clímax emocional llegó con Firestarter. En un gesto de respeto y memoria, la banda dedicó el tema al desaparecido Keith Flint. El instrumental sonaba mientras la imagen del icónico vocalista se proyectaba entre rayos láser. El público, en silencio, tomó el relevo y coreó el tema como un único homenaje colectivo. Un momento que, sin duda, quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

Tras el homenaje, la banda continuó con Roadblox y Poison, desplegando su habitual mezcla de punk, rave y electrónica industrial. Liam Howlett volvió a demostrar su maestría al mando de los sintetizadores, mientras Leo Crabtree (batería) y Rob Holliday (guitarra) añadían fuerza y actitud a una máquina sonora imparable.

El cierre fue apoteósico: Smack My Bitch Up, Take Me to the Hospital y Out of Space convirtieron el Marenostrum en una rave masiva, liberadora y catártica. Hacía tiempo que no se veía a un público tan entregado.

Desde la experiencia acumulada de haber visto a la banda en anteriores ocasiones, esta actuación no fue su más comunicativa. Maxim apenas interactuó con el público, algo que sorprendió a muchos. Fue, quizás, un show más contenido respecto a otros. No obstante, la entrega del público elevó la experiencia, convirtiéndola —al menos desde fuera del escenario— en una de sus actuaciones más celebradas.

En definitiva, la noche del 26 de Julio quedará marcada en la historia reciente de la música en Fuengirola. Satisfaxion reafirmó su estatus como uno de los eventos clave de la electrónica en España, y The Prodigy, con sus luces y sombras, demostró que sigue siendo una fuerza cultural y emocional difícil de igualar.

Patricia Duchamp

Cookies user preferences
We use cookies to ensure you to get the best experience on our website. If you decline the use of cookies, this website may not function as expected.
Accept all
Decline all
Read more
Unknown
Unknown
Accept
Decline
Save