Marenostrum Fuengirola, 17,18 y 19 de julio de 2025.
Vaya por delante que al no poseer el don de la ubicuidad, lidiar con más de 40 bandas, con uno de los dos escenarios -el Thunder- puesto en la cresta de una criminal cuesta arriba que daba al castillo y con unas temperaturas altísimas…este humilde cronista anuncia que exclusivamente opinaré (por obvias razones de respeto a quienes lean estas líneas y a los músicos) sobre los conciertos en los que estuve de manera presencial.
Jueves 17 (día 1)
Serían sobre las cinco y media de la tarde cuando saltó al escenario grande -el Sun- el grupo liderado por el joven vocalista croata Dino JELUSICK, quien también se marcó en el teclado algunas intros y arreglos. El cuarteto mostró elegancia, solvencia y buen hacer en su propuesta de hard rock y heavy metal de corte clásico aunque todos necesitábamos mayor volumen en el sonido. Destacó el notable nivel evidenciado por el cantante. Cerraron con “Fly high again” -nada que ver con la de Ozzy- una guapa pieza en la que la peña coreó su estribillo.
Tras la caminata de la cuesta de la muerte a pellizcos, llegamos arriba al castillo con la lengua fuera y las pulsaciones aceleradas para ver parte del show de los valencianos DRAGONFLY que nos ofrecieron una buena ración de power metal con puntitos speed en esa onda digamos de la escuela Stratovarius que tantos adeptos logró en su día.
OMNIUM GATHERUM desde Finlandia descargaron su death metal melódico, capitaneados por el guitarrista fundador Markus Vanhala. A pesar de su juventud este grupo ya ha facturado más de media docena de álbums en los que se nota la herencia de Children of Bodom pero con toques de comercialidad incluso pop, dicen que forman parte de una nueva corriente llamada Adult Oriented Death Metal (AORDM).
Nos quedamos en el escenario grande, el más cercano a la playa, pues les tocaba el turno a KREATOR empezando ya “lo serio”, agradecimos el subidón en el sonido y la escenografía con dos enormes demonios flanqueando al grupo e inmenso telón trasero con la portada de su último trabajo “Hate Über Alles”, así como todo tipo de parafernalia pirotécnica y de fuegos. Pero todos estos elementos secundarios o de adorno no valdrían para nada sin el poderío soberbio de esas guitarras preñadas de potencia con el mando del también vocalista Mille Petrozza. Demostraron el por qué siguen siendo uno de los pesos pesados del thrash metal germano y eso amigo, es mucho decir. Magnífico y contundente espectáculo en el que el respetable se involucró a más no poder a base de pogos, empujones, circles of pits y walls of death al estilo español.
Segunda subida al castillo y para mi la sorpresa más agradable de todo el festival resultó la actuación maravillosa de MYRKUR, cuarteto danés comandado por Amalie Bruun, una especie de diosa rubia vikinga preciosa de voz angelical, atávica, folk, absolutamente hipnotizante, con mil texturas irreales e imposibles sólo al alcance de las superestrellas de la música -en general- no me ciño al metal. Además, este ser que parece llegado de otra galaxia del death metal toca los teclados y de vez en cuando empuña una guitarra. Otra chica -también jovencita de alucinante voz- acompaña de maravilla con el bajo, coros y teclas una atmósfera sónica de folklore escandinavo profundamente triste y melancólica.
Otra bajada de la cuesta para disfrutar de los británicos PARADISE LOST con su particular sello doom gótico mamado de Black Sabbath y ese magnífico guitarrista -Gregg Mackintosh- que está casi todo el tiempo “soleando sin apenas ritmear” . Notable actuación de los de Halifax dejando claras muestras de su veteranía y sabiduría.
Lástima que se solaparan las actuaciones, ese es el motivo por el cual me perdí varios conciertos como los de Breed 77 o Dry River o el de la única banda sevillana (Docka Pusell) por ser los primeros en tocar, o Leo Jiménez por ser los últimos.
Texto: Eduardo “Powerage” Pineda.
Fotos: Hedar Forever