En su primer trabajo, “Morir y Renacer” se da sobrada muestra del nivel técnico de todos los componentes y de las tablas que atesoran en sus carreras, todo ello reflejado en el sonido compacto y homogéneo del resultado final, con mucha pegada en todos los temas y moviéndose siempre dentro del heavy más clásico, con toques de hard rock y bastantes pinceladas de power metal, destacando en este estilo, además de la fantástica y peculiar voz de Víctor, el trabajo de Alberto a la batería o de Manuel en los teclados.
El mensaje de los temas gira en torno a las distintas emociones y situaciones que afrontamos en nuestra existencia, siempre manteniendo un punto de vista optimista y reforzando la confianza en uno mismo, como se encarga de reflejar la introducción “Némesis”, a modo de ambientación inicial, perfectamente construida a modo de preámbulo para ser utilizada en los directos de la banda, que nos resume en poco menos de dos minutos el trasfondo espiritual del disco:
“CAER Y LEVANTARTE, TROPEZAR EN CADA PIEDRA,
Y SENTIR QUE AHORA ERES MÁS FUERTE”.
A partir de ahí, “Dame una razón” hace la presentación de lo que será el estilo predominante de todo el trabajo, con un ritmo acelerado, teclados construyendo las atmósferas de fondo, un sencillo pero contundente riff de guitarra que parece retorcerse sobre sí mismo por momentos, y unas voces marcando la melodía principal y cargando de emoción el mensaje.
“Sólo uno más” nos trae un arranque rápido, con estrofas calmadas al ritmo de bajo y teclados, que van in crescendo hasta llegar a un estribillo bastante pegadizo, de los muchos que plagan el disco. El sólo de guitarra y el puente que le precede son una delicia.
En contraste con el carácter desenfadado de los anteriores temas, “Donde Diga el Corazón”, tiene un inicio más lúgubre y pausado, con una buena ambientación por parte de Manuel Ramil en las teclas. Con un doble bombo casi permanente la batería gana en presencia, y las estrofas se cargan de dudas en su letra para conducirnos a un estribillo mucho más animado y positivo, resultando en una de las canciones más pegadizas del disco.
“Agua en el desierto” trae un arranque potente, con un fondo de guitarras garabateando sus adornos de forma entrecruzada con las voces. Pese al excelente trabajo de todos los instrumentos, es muy llamativa la capacidad de Víctor de llevarse las canciones a su terreno, conduciendo con la voz el sentido de todas las melodías y haciéndolas converger con los sentimientos que plasman las letras.
En este sentido, merece la pena hacer un inciso para destacar también la labor realizada en la composición de estas letras, con una justa mezcla de metáforas y frases directas sin adornos que sitúan perfectamente el mensaje que cada tema intenta trasladar.
“Parte de tu vida”, es una de las dos baladas del álbum y que divide al disco en dos partes, que, si bien está llena de feeling, y es musicalmente intachable, personalmente creo que frena demasiado la inercia del resto de temas anteriores, aunque esta sensación se atenúa en los últimos minutos, con el resto de la banda incorporándose a la interpretación de Manuel y Víctor tras acaparar los primeros minutos en exclusiva.
“Más Fuerte Que El Dolor” nos obliga a renacer desde el primer segundo, en un tema divertido y muy directo, con un desarrollo más sencillo y de ritmo constante que mantiene su fuerza y optimismo desde el primer segundo, con uno de los estribillos más pegadizo de todo el disco.
“Luces y Sombras” presenta una ambientación de corte más heavy, con guitarras pesadas, letras que hablan de emociones que habitan junto a nuestras inseguridades, en un medio tiempo entrecruzado con diversos cambios de ritmos y una atmósfera especial distinta a todas las anteriores.
“No Pudo Ser Mejor” se basa en patrones de rock clásico, con un comienzo muy suave, líneas muy melódicas y una estructura de menos a más, con detalles preciosistas en los teclados, un solo de guitarra muy marcado y una voz, como siempre, añadiendo el feeling necesario, aunque quizá algo menos exigida que en otros temas.
“A Corazón Abierto” es la segunda balada del disco, con un estilo más rabioso y menos dramático que la anterior, con una cortina de acordes y riffs pesados como fondo y una mejor construcción a la hora de unir el desarrollo de la canción a los sentimientos y emociones que intenta plasmar, tomándose su tiempo para ello.
“Sin Miedo” llega de forma trepidante, con un ritmo acelerado que se mantiene de principio a fin, con las seis cuerdas echando fuego y el martilleo de un doble bombo sobre los que se graba el probablemente más positivo de todos los estribillos de este “Morir y Renacer”.
“Trozos De Hielo” cierra el trabajo con el mismo espíritu y estilo que ha gobernado el resto de los temas, incluyendo un pequeño puente pausado a piano que relanza la canción para despedir el álbum en todo lo alto, y dejar un muy buen sabor de boca final.
A modo de conclusión, “Morir y Renacer” transmite muchas emociones que conseguirán hacerte reaccionar. Hay tantas emociones como sentimientos contenidos en cada una de sus letras, consiguiendo perfectamente trasladar estas sensaciones a cada pieza a través de las melodías dibujadas por la voz de Víctor García, encargado de poner los matices de rabia, optimismo, dolor y alegría sobre el lienzo que para ello prepara magistralmente el resto de la banda. No te dejará indiferente.
ADVENTUS son:
- Víctor García – voces
- Manuel Ramil – teclados
- Fernando Mon – guitarras
- Luis Melero – bajo
- Alberto Ardines – batería
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Una review de Jesús León para SevillaMetal.