El pasado 15 de noviembre, Sôber, junto a Skizoo y Savia, recalaron en Sevilla en una nueva parada dentro de su gira 30 aniversario ¿30 años sobre los escenarios? ¡Pues sí! 30 años ya, y esperemos que sigan muchos más.
El evento tuvo lugar en la sala Pandora, lugar aún desconocido para mí. La apertura de puertas estaba prevista para las 20:00 horas y en torno a las 19:30 ya se respiraba ambiente de concierto por la calle. Desde fuera se intuía que el recinto era de grandes dimensiones, pero aún faltaba algo de tiempo para comprobarlo.
Mientras tanto, buscamos algún bar cercano en el que poder cenar algo, de manera infructuosa, así que ocupamos el tiempo de espera conversando con conocidos y seguidores de la banda, rememorando conciertos anteriores.
20:15 de la noche, la cola para entrar ya es considerable, pero avanza con fluidez. Una vez en el interior confirmamos nuestras sospechas, se trata de una sala con una gran amplitud y barra para pedir a ambos lados, lo que hace que sea muy cómoda y nos resultara fácil acceder hasta las primeras filas, pese a la afluencia de público, que rondarían las 450 personas. Comprobamos que, aunque la media de edad es alta, hay muchos padres con hijos, relevo generacional.
21:00, puntual como un reloj suizo, Carlos Escobedo salta sobre el escenario al ritmo de “La prisión del placer”, provocando la euforia de los allí presentes. La actuación cuenta con el apoyo visual de varias pantallas y juegos de luces que crean una atmósfera muy especial y que va cambiando adaptándose a cada tema; pero todo queda deslucido por un sonido atroz que hace difícil entender qué está cantando. Aunque el comienzo fue agridulce, con el paso de las canciones el sonido fue mejorando notablemente, y así pudimos deleitarnos escuchando temas como “El día de la liberación” o “Sombras”. Fue con “Blancanieves” donde el público se mostró más entregado acompañando a la voz a Carlos Escobedo, algo que también ocurrió en “El hombre de hielo”, que, con su cambio de ritmo, nos hizo mover la melena.
La parte central del espectáculo consistió en intervenciones alternas entre Skizoo y Savia, bandas intrínsecas a Sôber. Aunque a Skizoo le perdí la pista hace años, error por mi parte, el volver a escuchar canciones como “Habrá que olvidar”, “Renuncia al sol” o “Dame aire”, me retrotrajo al 2008, al concierto que dieron en la sala Q (actual sala Custom) y que tanto disfruté. Confío que este aperitivo de lugar en un futuro a un concierto completo de la banda. Pero mientras nos hacen esperar… Entrada triunfal de Morti con “Sólo estás tú”.
Carlos Escobedo con sombrero característico sólo podía significar una cosa: es el turno de Savia. “Derrotado” fue la primera canción elegida, a la que seguirían “Insensible”, “Sólido” y “Fragile”. Pero lo cierto es que…lamentablemente no pude disfrutar mucho de Savia. Mi cuerpo me pedía comida, así que me ausenté unos minutos a ver si tenía suerte y encontraba algo cerca o al menos algún puesto de comida ambulante de olor embriagador, pero de nuevo, fracaso en la búsqueda y ya que estábamos fuera…con bebida e hielo aguardando en el coche…pues… ¡otra copita! Y corriendo de nuevo para la sala.
Finalizadas las intervenciones de Skizoo y Savia, da comienzo el tercer bloque de esta fiesta aniversario, donde nos sorprendieron con dos baterías sobre el escenario que servirían para el momento “solo” del batería Manu Reyes y Carlos Escobedo, a modo de duelo entre ambos y que demostró que no sólo se le da bien cantar y tocar el bajo.
La actuación va llegando a su final cuando, de repente, el cantante de Sôber desciende del escenario para entonar la canción “Estrella polar”, paseando entre el público en un momento de fraternidad con los asistentes, de los que recibió abrazos e incluso algún beso, dejando patente el cariño que se le profesa a esta banda.
Otro momento de comunión con el público vino de la mano de “Náufrago”, acompañado por Morti, cantante de Skizoo. Brazos en alto y linternas de móviles prendidas para acompañar este sentido tema. Quién también intervendría en “Tiempo”.
“Loco” ponía el punto final a una noche para el recuerdo que se nos hizo corta.
Destacar la complicidad de la banda y la interacción en todo momento con el público. Recién finalizado el concierto, uno de los técnicos se acercó a un joven que se encontraba en primera fila y le hizo entrega de una de las baquetas al mismo tiempo que lo invitaba al concierto que Sôber daría al día siguiente en Córdoba. Desconozco el motivo que originó dicha invitación, pero lo que queda patente es la cercanía de la banda con sus seguidores.
Segundos después, el personal de seguridad nos invitaba a toda prisa a abandonar el local. “Ni por asomo van a salir los músicos”, contestaban a las preguntas de los fans que albergaban las esperanza de fotografiarse con alguno de ellos. Antes de marcharnos, nos acercamos a la zona de merchandising, en la que sólo había material de Sôber y que ya estaba siendo retirado.
Una vez fuera, comprobamos el motivo de tanta prisa: una fiesta de electrónica estaba a punto de comenzar y decenas de jóvenes se agolpaban en la entrada, controlados por el personal de seguridad. Ambientazo, pero de otro rollo. Botellón, breakbeat, bailes… ¿Qué si me hubiera quedado allí? ¡Pues por supuesto! Pero optamos por marchar hacia el Dragón Verde, donde nos encontramos con Morti, con el que pude hacerme una foto y aguantó estoicamente el tostón que le conté sobre la camiseta que llevaba de ellos del concierto del 2008.
Sólo me queda agradecer a Crash Music por traernos a la ciudad grupazos para seguir disfrutando de la música en directo.
Texto y fotografías: Marikill Bill
Set list:
- La prisión del placer
- Medley morfología
- El día de la liberación
- Sombras
- Tic tac
- Blancanieves
- La araña
- Arrepentido
- Sólo estás tú – Skizoo
- Derrotado – Savia
- Habrá que olvidar – Skizoo
- Insensible – Savia
- Dame aire – Skizoo
- Sólido – Savia
- Fragile – Savia
- Renuncia al sol – Skizoo
- Eclipse
- Vulcano
- El hombre de hielo
- Brazos altos, caras bajas
- 10 años + baterías
- Estrella polar
- Tiempo
- Náufrago
- Loco
(Gracias a Diego por el set list).