Sábado 27/4/24, Sala X, Sevilla. BLEEDING ROCK/ TOOTH UNLABELED SOCIETY/ MIND DRILLER.

 

Magnífico balance tanto del aspecto artístico-musical y organizativo, como desde el punto de vista de afluencia de público (al acudir más de doscientas almas rockeras a un espacio pequeño) para la edición del 2024 -ya es la cuarta- del CachopoFest, que va ganando enjundia a cada año que pasa. El atractivo cartel con tres propuestas muy distintas animaron a la parroquia metalera local a involucrarse. Ojalá este triunfazo sirva para consolidar este suculento festival y lograr larga continuidad en el futuro.

Creo que sobre las 21 horas en punto, entré un pelín tarde, empezaron los BLEEDING ROCK, veterano power trío de mucho empaque de Dos Hermanas que siempre tira sin rodeos a la yugular y da la cara en directo. Con raíces de blues eléctrico enrabietado y la base de puro hard rock con un punto agresivo, gamberro, stoner, canalla y sureño, esta formación -en activo desde 2008 y con tres discos a sus espaldas- liderada por Abel Román cantando y pegando certeros guitarrazos en la onda Zack Wilde, nunca defrauda.

Abrieron con “You can´t see me”, “Different kind of man” seguida de “I´m guilty”, poco a poco la sala se iba llenando; llegó el turno de “My medicine” (temazo con guapo videoclip de su segundo álbum de 2015 “Pleasure´s nightmare”) una de sus piezas más celebradas y luego atacaron el magnífico rock&roll de de su último trabajo (“Ecléctica” de 2017)“Lucky man” animándonos a mover las caderas y recordar a Chuck Berry. Apretando lo suyo su bajo Rickenbaker está Antonio M. Curquejo y como batería sustituto de “guardia y urgencia” por enfermedad del titular del puesto Kike Henz (¡¡¡avisado sólo 48 horas antes del bolo¡¡¡) el fantástico Emilio Sánchez “Kanina”, cuya labor tras los tambores me pareció  de enorme categoría (algo que se transforma en épico y heroico al conocer el alucinante dato de que ni hubo un puto ensayo previo), no en vano el frontman recalcó más de una vez “nos ha salvado el culo en este bolo”.   
                                                         

La peña ya movía las cervicales con violencia para cuando sonó “Solo queda morder”. Cuánta razón lleva Abel al definir a Black Sabbath como “la escuela de donde viene todo” marcándose el trío a continuación una imponente versión del “War pigs” que estremeció el local, dejando para rematar la honesta e intensa faena de tres cuartos de hora una de sus preferidas según comentó: “The end” , largo tema de extraña estructura que parece un rato instrumental pero luego también tiene parte cantada y un solo endiablado y muy cabrón que nos dejó sin aliento.

A eso de las 22:05 tras la acertada presentación del colega radiofónico Marco A. Rondán -quien lleva 3 décadas dirigiendo el cañero programa “Electroshock”- irrumpieron los sevillanos TOOTH UNLABELED SOCIETY con un segundo guitarra invitado de apoyo (Juanmi de la Torre) para la pieza inicial “The realm of ignorance” (cuya letra trata sobre el maltrato a personas ancianas durante la pandemia), enlazada con “Shores of Rubicon”. Con impacto visual de uniformes y máscaras y juegos de efecto “fosforito” en sus melenas y maquillajes, este grupazo de metal progresivo absolutamente moderno y actual destila toneladas de personalidad y singularidad compositiva merced a una complejidad técnica destacada, sin ser nunca enrevesada, de altísima calidad y contundencia…si a todo ello le sumamos el gran atractivo y extraordinarias cualidades vocales de su cantante Cristina Mayo, todo nos conduce a pensar que merecen estar entre los puestos top del metal hispano exportable perfectamente al extranjero.

A pesar de llevar funcionando desde 2008, su único trabajo discográfico “The darkest hour” se grabó el pasado año 2023, conteniendo piezas tan guapas como “Through the storm” y “Lullaby” que sonaron gloriosas -con el garito ya en modo festivo con un montón de globos sobrevolando nuestras cabezas- y se ganaron de calle al respetable. El jefe de este combo es un trianero personaje histórico del heavy rock hispalense: José Augusto Arincón (Pepe pasó por las filas de EVIL TOOTH y de los muy queridos IRA REGIA) un tipo de vastísima cultura musical hippie/underground que le viene de cuna -dado que su padre era colega de GUALBERTO  y el resto de los SMASH, pionera referencia de la música progresiva setentera de este país-, magnífico compositor, guitarrista y multiinstrumentsta (metió también los arreglos de teclado en el directo) cuyos desarrollos instrumentales le dan un sello único e intransferible al grupo, que puede vacilar de potente base rítmica formada por el solvente bajista Nacho Sánchez (muy precisos dedos pulsando cinco cuerdas) y un jovencísimo Samuel Vázquez -alumno/estrella del anterior batera Raúl Delgado- que maravilló a la audiencia por su categoría como percusionista, clase a raudales, así como dominio del contratiempo y de los ritmos cortados y complicados.

Un placer observar las variadas tesituras vocales de la cantante Cristina, de versatilidad que puede pasar de la dulzura angelical de sus tonos melódicos en las partes trankis al desgarro de los guturales y oscuros en las fases más de metal extremo y de toques doom, adaptándose a la perfección a lo que pide la canción en todo momento, ejecutándolo todo con mucho corazón y sensibilidad. Atacaron dos temazos seguidos como “Cursed” y “Orphan” y se produjo entonces el único instante desagradable de la noche: empezaron a meterle prisa a la banda desde el mismo escenario en pleno concierto (entiendo que de bruscas maneras) para que terminaran su show. No creo que por cinco minutos asquerosos se deba incomodar a los músicos en el tramo final de su impecable actuación.

A posteriori me enteré que la banda apenas se escuchaba por monitores (menos mal que hacía fuera sonó cojonudo) y que alguna intro pregrabada que tenían los técnicos una semana antes no la metieron. El caso es que esa incomodidad hizo que tuvieran que suprimir del repertorio una de sus canciones más esperadas “Rotten”, al tener una gran acogida en las redes sociales el reciente lanzamiento de su chulísimo videoclip con estética de cómic y peli de terror de vampirismo. Esto convirtió a la estupenda “Beneath the shadows…” en la última pieza del gran show que vivimos, interpretada con los artistas algo mosqueados con razón. Me parecieron lo mejor de la noche.

La cabeza del cartel era para el sexteto alicantino de electro-metal industrial MIND DRILLER que iniciaron su actuación sobre las 23 horas, con ”Game over” maquillados y ataviados con máscaras, así como con indumentaria uniformada futurista y apocalíptica en la que predomina el color blanco. Nacidos en 2011 fruto de la creatividad e iniciativa del compositor y guitarrista Javier Oriente “Javix” -quien además elabora las bases y los ritmos electrónicos, ex Blood, Hasswut y Stoneheads-, han publicado desde entonces cuatro álbums (los dos últimos bajo el amparo del sello discográfico Art Gates Records) siendo el más reciente “The Void” firmado en este 2024 y del cual cayeron la mitad de sus canciones. Esta ha sido su primera visita a Sevilla, llegaban avalados por apariciones en los principales festivales metaleros españoles al aire libre y algún otro en Francia y, sobre todo, en Alemania donde han cosechado excelentes críticas gozando de numerosos fans y digno estatus.

Lo primero que llama la atención musicalmente es el estudiado y currado balance y dinámico juego entre las 3 voces, a saber: la jovencita Estefanía Aledo se encarga del aire sinfónico y gótico, el madrileño Daniel N.Q. de los matices más industriales y V posee el puntito del mundo del que procede (el nu metal). Completan la banda el bajista Pharaoh y la batería de Ramón H. Torregrosa cumpliendo su secundaria función (ya que el protagonismo ni se le discute a lo rave-electro-discotecoquero). Obviamente el aspecto estético visual del espectáculo para ellos posee gran relevancia dada la teatralidad de la que hacen gala (considero que dichos elementos deben ser meramente anecdóticos y complementarios y que nunca deben restar ni un ápice de importancia a lo puramente musical, es decir, a aquello “que te entra por la oreja de plástico io”). Temas como “Psycho” del segundo disco “Zirkus” (2015) e “Insanity” del último reafirmaron la festiva conexión con el público en modo saltarín y disfrutón que, para nada demostraron tener mis mismos prejuicios y reticencias (y lo dice uno de los pioneros en pinchar en radio Ministry o Nine Inch Nails en esta provincia). Debe ser que las nuevas generaciones ven estos sonidos como el futuro del metal: cortes como “M4n1k1” de su tercer LP “Involution” (2019), “End of the world” o “Calling at the stars”.
Me consta que hubo muchas personas maravilladas y sorprendidas con el concierto, dada su euforia y subidón ante la ejecución de “Rotten” y “The Fallout” ya terminando, aunque debo reconocer su capacidad de entretenimiento sólo puedo extraer algunos buenos momentos determinados entonando sin acritud el mea culpa por no gustarme la música enlatada. El dinamismo “saltimbanqui” del sexteto se vió un poco capitidisminuido (todo hay que decirlo) por las escasas dimensiones del escenario, siendo la rúbrica final una de las piezas cantadas en idioma alemán “Ich bin anders”. Menos mal que las ramas del gran árbol del heavy metal son tan numerosas y variopintas que no todas ellas nos han de entusiasmar.

Texto y fotos: Eduardo “Powerage” Pineda.

PD: Podéis ver el festival en diferido en el siguiente enlace:
https://vackstage.com/es/heavy/cachopo-fest-78l

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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